Entrevistamos a Alicia Pinedo, Directora de Programa en el Colegio Irlandesas El Soto de Madrid, quien nos cuenta su experiencia con el programa.
¿Qué tipo de tareas lleva implícita esta responsabilidad para los que sois Directores de Programa?
Llevamos siete años ofreciendo el Diploma Dual en nuestro colegio, y yo he sido la coordinadora desde el inicio. Empezamos con 25 alumnos y actualmente contamos con 98, aunque hemos llegado a tener hasta 107.
¿Qué cambios has ido notando en los alumnos inscritos en el programa a medida que han ido avanzando los años?
Se vuelven más autónomos y seguros de sí mismos en muchos aspectos. Algunas profesoras comentan que pueden identificar fácilmente quiénes son los estudiantes que cursan el Diploma Dual por la forma en que debaten, argumentan, presentan sus trabajos de investigación, etc. También desarrollan mayor confianza en sus habilidades lingüísticas en inglés y mejoran significativamente sus competencias digitales y tecnológicas.
¿Qué ventajas crees que aporta estudiar un curricular de un país diferente al nuestro, como el estadounidense?
Me atrae mucho la metodología, de estilo universitario, que prioriza el estudio autónomo mediante trabajos, proyectos, debates y presentaciones, y no tanto la memorización. La evaluación se basa en rúbricas por competencias. Este enfoque no solo favorece la fluidez en inglés, sino que también potencia la autonomía, madurez, organización, habilidades blandas, capacidad investigadora y competencias tecnológicas. Prepara al alumnado para afrontar con éxito los estudios universitarios, tanto en España como en el extranjero. Además, fomenta el pensamiento crítico, la capacidad resolutiva y la expresión oral frente a públicos diversos. Aprenden a redactar textos formales complejos como artículos, ensayos, reseñas, informes o trabajos de investigación.
¿Crees que aprenden los alumnos realmente inglés? ¿Cómo dirías que es ese aprendizaje?
Sí, especialmente en la destreza escrita, sobre todo en contextos formales. Es cierto que no se penalizan tanto los errores gramaticales y ortográficos como en nuestro sistema, lo cual puede tener sus pros y contras. Por ejemplo, los exámenes de Cambridge son mucho más exigentes en ese sentido, y nuestro alumnado también se presenta a ellos, ya que son requisito imprescindible en muchas universidades.
¿Se nota ese nivel a la hora de cosechar buenos resultados en la Selectividad?
¿Recomendarías el Diploma Dual a aquellas familias y alumnos que puedan estar pensando en mejorar su inglés? ¿Por qué?
Sí, sin duda. El programa ofrece una perspectiva distinta, motiva y refuerza la autoestima lingüística, especialmente en aquellos alumnos que no destacan en inglés o creen que se les da mal. Al ver que obtienen buenos resultados, se sienten más motivados y comienzan a disfrutar del idioma.
Además, los alumnos más avanzados desarrollan destrezas muy valiosas, como la autonomía, la capacidad investigadora, la búsqueda y el contraste de fuentes, el resumen y la extracción de información relevante, entre otras. Adquieren vocabulario, mejoran su gramática y pronunciación de forma progresiva, casi sin darse cuenta, gracias a la exposición constante al inglés como lengua vehicular, tanto en las asignaturas como en las comunicaciones con profesoras y ponentes de las sesiones culturales.
También amplían su cultura general y adquieren habilidades útiles para la vida, como Life Management Skills, fotografía digital, criminología, psicología o historia. Debaten e investigan sobre temas de gran interés para los jóvenes: drogas, redes sociales, bullying, técnicas de estudio, gestión del estrés, planes de futuro, organización del tiempo, amistades, asertividad, entre otros.
Por último, ¿cuál ha sido tu mayor satisfacción como Directora de Programa a lo largo de estos años?
Recibir comentarios de familias que me cuentan que, durante la cena, hablan en casa sobre los temas tratados en las Live Sessions, que consideran muy interesantes y enriquecedores. O saber que un alumno ha podido acceder a una carrera o universidad concreta gracias al programa. También me enorgullece que exalumnos me digan que su primer año de universidad se les ha hecho más llevadero porque ya estaban acostumbrados al tipo de trabajos exigidos, así como a citar fuentes, investigar en profundidad o presentar con claridad un tema.
Otra gran satisfacción es ver cómo algunos alumnos descubren que el inglés no se les da tan mal como pensaban, o incluso que empiezan a disfrutarlo. Hay casos de estudiantes que, por primera vez, obtienen notas muy altas, y al tener la posibilidad de mejorar sus calificaciones reentregando trabajos, su autoestima y confianza se fortalecen, lo cual repercute positivamente en su bienestar y en su proyección de futuro.